miércoles, 5 de marzo de 2008

Sergio Galván: Un profeta del gol en tierra ajena

Por: Roosevelt Castro B.
Dice la filosofía popular que nadie es profeta en su tierra. En Sergio Alejando Galván Rey se cumple a cabalidad este aforismo.

Sí, el pequeño tucumano emigró de su provincia donde había nacido un 9 de junio de 1973, en su capital San Miguel al gran Buenos Aires, para hacer parte de la reservas del Boca Junior. Antes, y como todo un sueño del pibe, había jugado en su terruño con el Concepción Fútbol Club donde se destacó por su rapidez, su desborde, su sacrificio y sus goles.

Es que luego de su gran salto desde las tierras de la cantante argentina Mercedes Sosa hasta llegar a la gran capital, el joven Sergio Alejandro siempre mantenía esas ansias de triunfar.

Es el año de 1996 cuando Galván Rey llegó a la ciudad de Manizales, ciudad que lo acogió como otro de sus habitantes. Es el antioqueño Orlando Restrepo el que le dio las primeras instrucciones, en territorio colombiano. Viene a la capital caldense por recomendación de su compatriota Alfonso Núñez, quien lo descubrió cuando lo vio jugar un partido de la B de su país natal.

Su debut no se hizo esperar. Fue domingo 28 de enero de 1996, en el partido en que su equipo derrotó 2:1 al Independiente Santa Fe de Bogotá.

Sus primeros goles en el fútbol colombiano los anotó el domingo 3 marzo de ese mismo año, cuando Once Caldas le ganó el clásico 5-1 al Deportvo Pereira. Sus tantos ocurrieron a los minutos 28 y 45 del primer tiempo y se los convirtió al veterano arquero paisa José Fernando Castañeda. En esa temporada marca 23 goles.

Ya para el torneo de 1998, y en una campaña extraordinaria en el Once Caldas, vuelve ha hacerse presente en las redes contrarias. Son 29 las anotaciones que convierte este romperedes gaucho, secundando al colombiano Víctor Bonilla quien había marcado 37 defendiendo los colores del deportivo Cali.

Es el año de 1999 cuando los seguidores albos ven coronarse como máximo artillero a su ídolo: Sergio Alejando Galván Rey. Con 26 goles recibe “el botín de oro” del fútbol profesional colombiano.

Durante las temporadas 200, 2001 y 2002 siempre estuvo ocupando los primeros puestos como un hombre que se ha hecho presente en las redes contrarias. Es que Galván Rey se convirtió en el primer jugador que marcó 100 goles con la camiseta del Once Caldas en toda su historia, secundado por otros históricos albos como Oswaldo Marcial Palaveccino o Ramón Orlando Gómez.
En el 2003 contribuye para que su equipo el Caldas de Manizales se corone por segunda vez campeón del balompié profesional de Colombia, después de más de 50 años de no realizarlo.
Una frustración tiene su vida deportiva: no pudo celebrar el titulo de la Copa Libertadores de América, con sus antiguos compañeros, luego de un paso fugaz por la MLS del fútbol norteamericano.

Galván no logró adaptarse y regresó para vincularse con el cuadro Atlético Nacional. Es en la temporada del 2006 cuando el ya colombiano Sergio Alejandro Galván Rey se viste con los colores verde y blanco del “rey de copas colombiano”.

La temporada 2007 legó cargada de grandes satisfacciones para este caballero del balón dentro y fuera de las canchas. En el primer semestre recibe de nuevo “el botín de oro” del fútbol como máximo goleador, con 13 anotaciones y contribuye a que el cuadro verdolaga se corone como único bicampeón consecutivo del balompié colombiano.
En este 2008, el nuevo goleador histórico de nuestro balompié llegó al selecto grupo de los romperedes que llegan a la segunda centena de anotaciones y pasó de largo.

Es que Sergio para sus amigos, el esposo de Marcela y el padre de Camila para otros y uno de los máximos romperedes del fútbol de nuestro país es el nuevo referente a seguir por muchos niños y jóvenes que sueñan con el balón, pero ante todo como un ser humano integro, como lo es este profeta del gol en tierra ajena.