martes, 5 de julio de 2011

"No soy de concesiones": Sachi Escobar

Defender los principios por encima del trabajo y del dinero es una de las premisas que mantiene Santiago Escobar Saldarriaga, director técnico de Atlético Nacional. Aquí habla acerca de sus amores y desamores, sus gustos y sus disgustos.

Roosevelt Castro B.

Directo, respetuoso, transparente y ecuánime son algunos de los valores que posee el profesor Santiago Escobar. Nacido en Medellín, el 13 de enero de 1964, del hogar conformado por Darío y Beatriz, “El Sachi” transpira fútbol por sus poros.

-Sabemos que su niñez transcurrió en el barrio Calasanz. ¿Qué recuerda de esos juegos infantiles?

“Mi barrio lo recuerdo con mucho cariño. Los juegos en la calle, mi colegio, el ancianato Santa Ana donde nos metíamos a coger mangos y nos echaban los perros. Igualmente, disfrutaba de los juegos como guerra libertad, pelota envenenada, chucha libertad, en una infancia muy tranquila y sana”.

-A todas esas ¿dónde realiza sus estudios primarios y secundarios?

“Yo estudié toda mi primaria y parte de mi secundaria en el Colegio Calasanz. El quinto y sexto de bachillerato los hice en la sección nocturna del Colego Ferrini”.

-¿No hizo una carrera universitaria?

“sí, realicé estudios de mercadotecnia en Esumer, pero lastimosamente por el fútbol no los pude terminar”.

-Tengo entendido que el Colegio Calasanz tiene una férrea disciplina y al que pierda un año académico lo conminan a buscar otro colegio. ¿A usted le pasó eso?

“Es cierto lo que dices del colegio, pero yo tuve que abandonar sus aulas en cuarto, con mucho pesar, y terminar mi bachillerato en le Ferrini porque los entrenamientos se realizaban por la mañana y otras veces por la tarde y fue dificultoso en ese aspecto No obstante conté con el apoyo decidido de muchos de los profesores que no querían que me retirara de esta bella institución”.

-Institución que también le debe sus primeros pasos en el fútbol ¿Quiénes fueron sus primeros tutores en el balompié?

“Bueno recuerdo mucho a Óscar Vásquez, fallecido, y a Carlos “Piscis” Restrepo”.

-Académicamente ¿Cómo era el Colegio Calasanz?

“Con mucha exigencia y con una férrea disciplina, como lo manifestaste. Un colegio católico ciento por ciento donde recuerdo al padre Mario, al padre Tobón y al padre Basilio, lo mismo que al rector Julio Uribe, grandes animadores de los deportes como el atletismo, el voleibol y especialmente el fútbol”.

-¿Guarda recuerdos de su primer balón?

“Sí, me lo regaló El Niño Dios. Hasta que no lo exprimimos y se le cayeron sus cascos no dejamos de jugar nuestros 4 ó 5 partidos diarios”.

-Otras evocaciones y hasta tristezas…

“Una de las noticias más tristes, fuera del asesinato de Andrés, fue la muerte de mi mamá por leucemia, en 1985. Yo estaba en Santa Marta lesionado. Me había invitado el gerente Sergio Betancurt. Mi hermana me llamó muy temprano, para decirme que mi madre estaba agonizando y era mentira porque ella ya había fallecido el día anterior. Ese fue un dolor enorme”.

-En estos momentos esta casado con la vallecaucana Juliana Cury. ¿Cómo la conoció?

“Un amigo era proveedor de una repostería que ella tenía en Cali y me la presentó. Yo le dije que esa ‘vieja’ estaba como para tenerla de novia y le pedí el teléfono a él. A la semana la llamé y salimos los tres. Luego se dieron las cosas y después de tener dos o tres noviazgos muy largos, me casé con Juliana luego de una relación de menos de 6 meses, un 31 de mayo de 2002”.

-Son dos niños Martín y Antonio ¿Qué valores rescata de sus hijos y si decidieran ser futbolistas, los apoyaría?

“Su amistad, su respeto por los demás y por ellos mismos, son sus grandes valores y si ellos deciden los apoyo, pero les enseñaría que las cosas se deben ganar por meritos, no por influencias y por interés. Es que yo no soy de concesiones y favoritismos con nadie”.

-Comidas, pasatiempos y miedos…

“Me gustan las pastas, la comida típica y la de mar. Igualmente, me gusta mucho ver los noticieros, las películas de suspenso y los merengues, los vallenatos, los boleros y la salsa, como música favorita. Juego tenis de campo y monto bicicleta, aunque ya no lo hago tan a menudo. Todos los viernes, casi religiosamente, salgo con mi mujer a cenar y tonarnos dos copas de vino. Y con respecto a los miedos le comento que es a no tener salud”.

-¿Odia algo?

“No soy de odios y resentimientos, pero si me disgustan dos cosas de mi profesión. La primera es tenerle que dar explicaciones a todas las personas. Cuando perdés, el portero, el taxista y más de 50 o 60 personas te cuestionan y te hablan de lo mismo y eso es un desgaste desde lo anímico. Lo segundo es no tener mucho tiempo para mi familia, especialmente para mis niños”.

-Bueno, si pudiera hablar con Dios ¿qué le diría?

“Le diría que muchas gracias por todo, por mi familia, por mis hijos, por mis amigos, por mis padres, por mi trabajo”.

-Amar... ¿Qué es para usted?

“Saber entender y querer las personas como son”.

-¿Reencarnaría en algún animal?

“De pronto en un pajarito para estar volando permanentemente”.