sábado, 1 de noviembre de 2025

¡Guauuuu! ¡Qué torneo!

 

Display Perruno 1. “Yo junto a mi ama Johanis Pabón (Izquierda).  Mi amo Dayro recibiendo la tarjeta verde del juego limpio (Centro) y yo acostado en un escritorio mientras veo fundirse en un abrazo a mi amo con León Mazo, el propietario de los Restaurantes Yo Amo a Bazurto, en Cartagena, en donde devoro sus suculentas viandas”. Fotos cortesía Andrea Pérez-oficina de comunicaciones Internacional Cup.

Por: Roosevelt Castro B.- Director HISTORIAS A LA REDONDA

Mi nombre es Skinny. Soy un French Poodle. Nací el 16 de marzo de 2020, en una camada de peludos consentidos en Santa Marta. No sabía que la vida me llevaría, apenas cinco semanas después, en una cajita diminuta y de la mano de Dayro Junior, a la casa de los Pérez Pabón. Recuerdo que mi ama Yohanis, al verme, gruñó más fuerte que un pitbull con hambre:
-¡A otro perro con ese hueso! Yo no quiero animales aquí… ¿o él o yo?
Pero bastó con que moviera mi colita y la mirara con esos ojitos de “no rompo ni una chancleta”, para que su corazón se derritiera más rápido que un helado en la playa. Desde entonces, soy parte de la manada Pérez Pabón.

Mi amo, Dayro Pérez, al que todos llaman “El Internacional del Deporte”, es un tipo de esos que ladran con estilo. ¡Y cómo no! Si junto a su mujer y sus hijos Dayro Junior y Diego inventaron esta fiesta futbolera llamada Internacional Cup, que desde el 2021 ha puesto a rodar el balón de la alegría por toda Colombia. Y ahora, en su novena versión, la pelota viene a mi nueva casa adoptiva: Medellín, esa ciudad que huele a gol, arepa y guayabo feliz.

Un torneo con pedigree

La Internacional Cup Plus 40 llegó con toda la pinta a la capital paisa. Por primera vez, los veteranos del balón pisan la legendaria cancha Marte 1, en la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, ese mismo templo donde otros peludos como yo han aullado por el “poderoso” DIM” o al Atlético Nacional.

El jueves, mi amo Dairo y toda su familia le dieron el banderazo oficial en rueda de prensa, con cámaras, periodistas y hasta un toro de apellido Miura que más parecía salido de una corrida que de un grupo de fútbol. ¡Qué susto, hermano! Pero tranquilo, que yo, Skinny, no le temo ni al Toro Miura ni al León Mazo -ese crack de Cartagena que me alimenta bien cuando lo visito en su restaurante “Yo amo a Bazurto”-.

“Esto es una fiesta para la familia”, recalcó Dairo padre con voz vehemente. Igualmente, al recibir la tarjeta verde del juego limpio de manos de su creativo el periodista Roosevelt Castro Bohórquez.

Allí se anunció todo: los tres grupos, las doce delegaciones y el sistema de competencia. La cosa va así:

  • Grupo A: Bogotá SC, La Guajira, Antioquia y Bogotá Real Alianza.
  • Grupo B: Manizales Coachbank, Casanare Gencor, AMP Confecciones y Distrito Capital.
  • Grupo C: Abogados Caldas, Bogotá Miura FC, Villavicencio Llaneros y Bolívar.

¡Más de doscientos jugadores veteranos dispuestos a demostrar que perro viejo sí aprende nuevos trucos!

Medellín, nueva casa del fútbol veterano

Desde las dos de la tarde, el balón comenzó a rodar como si tuviera motor propio. En cada partido, antes del pitazo inicial, los equipos entraron con ceremonia, música y respeto, mostrando que este torneo no es solo una competencia, sino una celebración de la vida.

Yo, entre la multitud, aullaba de emoción, meneando mi colita negra y blanca. Mi amo, vicepresidente de la ACORD Magdalena, repetía su lema con ese brillo en los ojos que solo tienen los que aman el deporte de verdad: “¡Vive la vida, vive el deporte!”

Y vaya si se vive. La Internacional Cup es más que un campeonato: es una jauría de amigos que se reencuentran, una manada que juega por pasión, no por fama.

Homenaje con alma y corazón

En esta edición, la organización decidió rendirle homenaje a John Wilmar “La Pelusa” Pérez, ese crack paisa que hizo historia en el Deportivo Independiente Medellín.

De hecho, en cada versión hemos homenajeado a varios de los nuestros, y grandes “perriadores”, como Alex “El Didí” Valderrama, Teddy Orozco, Eduardo Emilio Vilarete, Eduardo Julián Retat, aunque este último sí era un “perro de presa” en el medio campo de equipos como Atlético Nacional. 

Mientras sonaban los aplausos y los flashes iluminaban la tarde, yo levanté mis orejas y pensé:
“¡Guau! ¡Qué orgullo ver que hasta los grandes tienen su hueso de reconocimiento!”.

De fondo, imaginé a mi abuelo, el juglar Alfredo de Jesús, componiendo una canción vallenata en honor a los héroes del balón, mientras mi abuela Eufemia zapateaba al compás, celebrando cada pase, cada gol, cada ladrido de emoción.

Desde el corazón perruno

Ver a mi amo dirigir este sueño me hace sentir el perro más afortunado del mundo. Quién lo creyera: aquel profesor al que no le renovaron su contrato en pandemia en el Liceo Versalles, terminó fundando un torneo que hoy mueve montañas, une regiones y le da esperanza a muchos veteranos del fútbol colombiano. El arjonero se salió con la suya.

La Internacional Cup ya no pertenece solo a Santa Marta; ahora es patrimonio de todo el país. Desde Magdalena hasta Antioquia, desde los Llanos hasta la Guajira, los equipos llegan a demostrar que la pasión no envejece… que los sueños no tienen arrugas.

Y mientras los aplausos llenaban la Marte 1, yo me estiraba bajo el sol, con la lengua afuera, pensando: “La vida perruna también tiene sus campeonatos… y este, sin duda, lo ganamos todos”.

Así también lo piensa mi amo Dairo, mientras orienta su otra hija deportiva: La escuela de Fútbol llamada Internacional F.C. con sede en Santa Marta.

Es que son cerca de 45 niños y niñas, que le hacen una gambeta a los “peligros sociales” en las polvorientas canchas de mi ciudad natal o en su sede deportiva ubicada en el Conjunto residencial Venecia, desde hace 4 años.

¡Guau! ¡Qué Torneo!
La Internacional Cup Plus 40 no solo rueda el balón: hace latir corazones. Y yo, Skinny, el flaco de Santa Marta, puedo decir con orgullo que fui testigo, cronista y mascota oficial de esta fiesta del deporte.

Porque en esta vida, como en el fútbol, lo importante no es solo ganar… ¡Es seguir jugando con alegría y ladrando con pasión!

Display Perruno 2. En la entrega de los uniformes de los equipos participante (Izquierda e Centro) y con Gustavo Toro, gerente del Hotel Dorado 70 en donde me hospedo en una perrera de 5 estrellas para mi pedigree. ¡Gracias!!!


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