“Cuando un hombre sabe para donde va, el mundo se le abre a sus pies” (Bertolt Brecht)
Por: Roosevelt Castro B.
Director HISTORIAS A
Cuando el 22 de diciembre de 1968 se unieron en matrimonio el ingeniero químico Bernardo y Cecilia, una hacendosa ama de casa, lejos imaginarían que su hijo Víctor Hugo, el segundo entre cuatro hermanos, cumpliera el sueño de su padre: llegar al fútbol por la puerta grande.
Víctor Hugo Marulanda Velásquez nació para el fútbol y para la vida en Medellín. Cuando el reloj marcó las 9 y 30 de la noche, de un 3 de febrero de 1971, en la clínica León XIII, nació la segunda alegría de la familia Marulanda Velásquez. El primogénito había sido Vladimiro, un exitoso hombre de empresas y acompañante de Víctor Hugo en las grandes gestas futbolísticas barriales.
Su nombre también es una herencia. Sus padres el colocan el nombre de Víctor Hugo en homenaje al escritor del romanticismo francés del siglo XIX. Igualmente, el significado de sus nombres es una combinación latina y germánica. Víctor de origen latino significa “El Vencedor” y Hugo, germánico, que quiere decir “
Víctor Hugo transpira verde por los poros. Desde sus inicios con la pelota en los barrios Simón Bolívar o Belén Villa de Aburrá, al occidente de Medellín, Víctor Hugo se ha enfundado, y con orgullo, la camiseta verde del Nacional. No olvide sus inicios en los desafíos y partidos en las mangas del estadio ó en la finca familiar, lugares donde lo llevó su padre a practicar el deporte de sus amores.
El fútbol viene de otra herencia esta vez paterna, ya que Bernardo Marulanda, su padre, jugó como marcador de punta, en los seleccionados antioqueños al mando del uruguayo José Saule Cuadros, en 1962.
Desde 1974, en la guardería”
“Yo recuerdo a Arturo el profesor en cuarto de primaria ya Héctor, técnico referente para esas categorías y esos partidos contra San Javier, San Ignacio, Calasanz, en los torneos inter-escolares, pues no existía el
Pony Fútbol”, evoca el presidente del Atlético Nacional.
Más adelante, en 1982 ingresa al fútbol federado en la cuarta categoría de
“Don Alberto”, como se le conocía a este bonachón profesor de biología de ese centro educativo, empieza a pulirle y fortalecerle sus virtudes futbolísticas y humanísticas. Marulanda Velásquez evoca su paso por
“Alguna vez tuve una tractomula que eran como 16 ceros, pero también como uno obtenía esa cantidad y con las preguntas que hacían antes, durante y casi después de la clase uno podía obtener 16 diez; eso era muy comun en el y por eso se hizo tan popular en
No tardó en destacarse en las canchas del balompié aficionado de nuestro departamento. Con tres campeonatos a su haber en su corta pero fructífera vida en el fútbol con los equipos de
Ese mismo año, el técnico argentino Daniel Silguero lo llama para ponerse la camiseta tricolor de nuestro país, por primera vez. Perú es su primera salida internacional con el combinado colombiano.
“Era nuestro primer pasaporte, nuestra primera salida, con una experiencia maravillosa. Es que uno enfrentaría a Chile, a Argentina, a Uruguay, a tan corta edad era una sensación indescriptible”, recuerda Víctor Marulanda.
En 1987 sufre una frustración en su vida: no pudo graduarse como bachiller
Su buen desempeño en los seleccionados colombianos y antioqueños y un “hombre en la sombra” como lo ha sido su padre, que lo ha fortalecido de manera permanente, mismo le corresponde para llegar al club Atlético Nacional, en ese año.
Además, en ese mismo año y de la mano de Juan José Peláez, participa con gran éxito del seleccionado colombiano en territorio argentino, obteniendo un significativo e importante segundo puesto detrás del campeón Argentina, en el torneo “Juventudes de América”.
Culminando 1988, y para completar su buen año deportivo, en la final del Torneo Nacional Juvenil y en partido memorable para los seleccionados antioqueños orientados por Carlos “piscis” Restrepo, Víctor Hugo convierte el gol más significativo de su vida: de un soberbio cabezazo vence al portero bogotano Freddy Villarraga y Antioquia es nuevamente campeon del futbol nacional.
En 1989, sufre los contrastes de la vida: las tristezas y las alegrías. En ese año y en el Mundial Juvenil de Arabia Saudita, el seleccionado nacional no puede reeditar lo realizado en territorio argentino y nos venimos de las tierras del Medio Oriente con “más pena que gloria”.
Otra tristeza padece ese año. Bernardo Marulanda, su padre, sufre un atentado por robarle el carro.
Pero como diría Rubén Blades: “ la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Es ese año debuta como profesional del fútbol, en un partido contra el Deportes Tolima, en Ibagué. Y no sólo ello acontece en su vida: en ese mismo partido convierte su primer gol en el balompié profesional de nuestro país.
Hace un flash back a su pasado y recuerda: “Yo era como el sexto o séptimo suplente en Nacional, pero para mí era un orgullo vestirme con la camiseta verde y de estar al lado de grandes hombres que le habían dado
Ya para 1992, es casi dueño del puesto y es convocado por Hernán Darío “el Bolillo” Gómez para hacer parte del combinado nacional en los juegos olímpicos de Barcelona, destacándose por su caballerosidad y su defensa del juego limpio .
Es que su disciplina es intachable. Sólo recibió un cartón rojo en su vida como deportista. José Borda fue el encargado de “enviar a las duchas” a Víctor Marulanda, el 14 de noviembre de 1993, en un partido entre los verdes de Antioquia y los albos de Manizales.
“Fue una expulsión injusta a todas las luces”, recuerda su padre, Bernardo Marulanda. “Eran las finales del torneo de 1993 y Víctor recibe el cartón rojo de parte del árbitro, en un partido contra el Once Caldas, aquí en el estadio”, evoca Bernardo Marulanda, su padre .
Son casi 8 temporadas con el Club Atlético Nacional y donde contribuyen a los títulos de 1991 y de 1994, de los verdes de Antioquia.
En 1996, se va por un semestre para el cuadro Deportivo Pereira, logrando la capitanía del cuadro Matecaña.
Su buen desempeño lo lleva a un país que ya conocía: Perú. Es el año de 1997 cuando llega a Alianza Lima, bajo la orientación de Jorge Luís Pinto. Con el “cuadro Íntimo” lograron un título esquivo para sus hinchables por muchos años. "Al principio fue muy fácil que un extranjero llegara a la titular de un equipo de gran tradición e historia, pero se consolidara un grupo que nos llevó a obtener ese título anhelado, para bien de la afición y de los seguidores de la Alianza", afirma el zaguera central antioqueño.
La salida del zaguero Iván Ramiro Córdoba para San Lorenzo de Almagro le da la posibilidad de regresar al cuadro de sus amores, por pedido de Gabriel Jaime “Barrabas” Gómez.
Es el año de 1998 cuando Víctor Hugo regresa al Club Atlético Nacional y contribuye para que el cuadro verde se corone como campeón de
En 1999, y ante la salida de Reinaldo “mostaza” Merlo del comando técnico del cuadro verde de Antioquia, Luís Fernando Suárez toma las riendas Verdolagas. En final vibrante ante el América de Cali y por tiros desde el punto penal, los verdes se coronan campeones del fútbol rentado profesional de nuestro país, por tercera vez en la década de los 90, y Víctor Hugo Marulanda se encuentra entre los premiados.
De jugador a dirigente
Una lesión en la espalda, que arrastra de tiempo atrás, lo obliga a retirarse del balompié en el 2001, pero paralelo a su vida deportiva realiza sus estudios superiores que lo llevan a graduarse como Ingeniero Industrial, en
Su desarrollo humanístico va en ascenso. Ese mismo año, una vacante se presenta en el Club Atlético Nacional como gerente deportivo y Víctor Hugo es llamado para cubrirla. Es el doctor Hernán Cadavid Gónima que le hace la convocatoria a Marulanda Velásquez y que él acepta sin titubeos. Además, logra su primera alegría: el Club Atlético Nacional se alza con el subcampeonato del primer semestre, orientado por Luís Fernando Montoya.
En las finales del fútbol profesional del 2002 conoce a una persona que le transforma la vida: Natalia Arango Isaza. Seis meses después, un 21 de junio de 2003, en la iglesia Santa María de Los Ángeles, es cuando Víctor Hugo dice “si acepto” y se une en vínculo matrimonial con Natalia.
Al año siguiente termina su especialización en administración y gerencia deportiva en
La gerencia deportiva del cuadro de sus amores da buenos frutos. Dos subcampeonatos en el 2004 y como dicen por ahí “la tercera es la vencida”, en el primer semestre del 2005, el Club Atlético Nacional se corona por octava ocasión como campeón del fútbol profesional colombiano .
Una nómina con grandes estrellas deleitan de buen fútbol a los seguidores del cuadro Atlético Nacional en todo el país, donde su tocayo Víctor Hugo Aristizábal se convierte en el hombre gol del fútbol colombiano al superar la barrera de las 300 anotaciones, cifra no conseguida por goleador alguno en el alquiler patrio.
El 2006 se convierte en un año de máximos regocijos y bendiciones para Víctor Hugo. El 17 de junio nació su primogénita Valentina, su máxima alegría y la de su esposa Natalia. Además, a finales de ese año es nombrado en propiedad como presidente del cuadro verde de Antioquia.
En el Auditorio de
Con sentimientos encontrados se sintió el presidente verde, Víctor Marulanda, el pasado 17 de junio de 2007. No sabía si celebrar el cumpleaños de su primogénita Valentina ó regocijarse como la novena estrella del Club Atlético Nacional. “Son dos alegrías inmensas
que se suman en mi vida y un hermoso regalo de día de padres que no me queda decirles a todos los seguidores de Nacional, su cuerpo técnico, sus jugadores, el personal administrativo, los periodistas ya mi familia que muchas gracias por todo”, concluye el presidente del Club Atlético Nacional.
El segundo hijo de Bernardo y Cecilia., se sigue capacitando. Sigue soñando con un mundo mejor a través de un balón de fútbol. Encuentra en la gratitud el valor de vivir. Es un constructor de espacios para la convivencia, para el respeto, para el amor con la redonda. Así mismo, el “espíritu matemático” de la familia Marulanda Velásquez sigue sumando procesos de paz y convivencia, restando odios y rencores, multiplicando alegrías y muchas felicidades y dividiendo injusticias y tristezas.
Víctor Hugo Marulanda Velásquez siempre va en defensa del juego limpio, del amor, de la vida,….de la gratitud .
Palmarés
MARULANDA, JUGADOR. Víctor Marulanda registra una rica hoja de vida con muchos triunfos vestido de cortos.
-Campeón Antioquia Prejuvenil en Ibagué (1986). DT Juan José Peláez.
-Campeón Antioquia juvenil (1987). DT Juan José Peláez.
-Campeón Antioquia juvenil (Juegos Nacionales)(1988). DT Carlos “Piscis” Restrepo.
-Subcampeón con Colombia en el Suramericano Juvenil (Argentina) (1988). DT Juan José Peláez.
-Campeón Antioquia juvenil -Copa Castalia Postobón- (1988). DT Carlos “Piscis” Restrepo. Aquí se convirtió en uno de los dos goles de la final contra Bogotá. Marcador final Antioquia 2 Bogotá 1.
-Subcampeón con Atlético Nacional (1990) y Campeón Copa Interamericana (1990). DT Hernán Darío “Bolillo” Gómez.
- Campeón con el Club Atlético Nacional en 1991. DTDT Hernán Darío “Bolillo” Gómez.
- Campeón con el Club Atlético Nacional en 1994. DTDT Juan José Peláez.
- Campeón con el Club Atlético Nacional en 1999. DTDT Luis Fernando Suárez.
-Subcampeón Copa Libertadores de América (1995) DT. Juan José Peláez.
-Campeón Alianza Lima (Perú) (1997). DT Jorge Luis Pinto.
-Campeón Copa Merconorte (1998). DT Gabriel Jaime “Barrabás” Gómez.
* MARULANDA, INTERNACIONAL. Víctor Hugo estuvo en
Fue titular de
* Este perfil fue realizado en el 2007, para el periódico EL COLOMBIANO.
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