jueves, 3 de mayo de 2007

El Fútbol aficionado en Medellín:
¿SUEÑOS O PESADILLAS?

“.. Vas a ver qué lindo,
cuando allá en la cancha,
mis goles aplaudan,
seré un triunfador,
jugaré en la quinta,
después en primera,
yo sé que me espera la consagración"


(tango "El sueño del pibe" - Ghiso y Puey)

Por Roosevelt Castro B.

N de R. El fútbol se asemeja mucho a las dos leyendas que se crearon con la conquista del territorio americano por parte de los españoles en el siglo XVI: La leyenda rosa y la leyenda negra. En la primera se trajo las buenas costumbres, el idioma, la religión y la civilidad, entre otras cosas, al nuevo mundo. En la segunda ya no se veía todo "color de rosa”: al nuevo mundo llegaron pícaros, ladrones y asesinos de todo tipo, acabando con la cultura prehispánica. Entre ambos extremos gira el balón del fútbol en Medellín.

En este reportaje mostraremos las dos leyendas de la conquista de América, en el contexto del fútbol: la rosa, encarnada en los sueños de un niño: Carlos Andrés Castro Arcila y la negra, en las pesadillas y frustraciones de un ex-jugador profesional de balompié: William Muñoz.

Fue realizado como trabajo final para el curso de periodismo uno, de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, en Noviembre de 2000 y lo publicamos porque creemos que sus contenidos todavía permanecen vigentes


Carlos Andrés, otro “carasucia”

Se llama Carlos Andrés Castro Arcila. Es otro de esos "carasucias" de los que habla el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, en su libro " Fútbol a sol y sombra":

"Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto futbolístico y comete ese disparate de gambetear a todo un equipo rival, al juez y al mismísimo público de las tribunas por el puro goce del cuerpo...".

Carlos Andrés tiene escasos 15 años, 56 kilos de peso y 1.65 de estatura. Estudia noveno grado en la secundaria de la Universidad Pontificia Bolivariana, donde Jugó, hasta el año pasado, como volante de armado con el equipo de la segunda categoría, que competía en los torneos organizados por la Liga Antioqueña de balompié. En la actualidad se encuentra vinculado al Club Ferroválvulas de la categoría Juvenil de la Liga Antioqueña de Fútbol (Fedefútbol), en una transacción de tres millones de pesos por el préstamo de sus derechos deportivos y con una opción de compra del 50% y el 50% por los mismos.

¿Qué espera ser cuando sea mayor? , le preguntamos. Él lo piensa un poco y sale con una respuesta tan rápida como los pases magistrales que ejecuta cuando está jugando: “ Yo quiero primero ser buena persona y después ya jugar en el profesionalismo, si se brinda la oportunidad y aprovecharla al máximo para salir adelante ".

Sí, él, como muchos de los niños de su edad, sueña con ser futbolista y emular las proezas de muchos de sus ídolos que ve en la televisión. Carlos Andrés no se pierde ningún partido que transmite por la "pantalla chica" y conoce de memoria el nombre de muchos de los jugadores del balompié mundial.

Empezó a los 5 años, cuando un tío suyo lo inscribe en un torneo organizado por la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, del barrio Florida Nueva-Estadio en Medellín. Después jugó en los equipos infantiles del Banco Cafetero, el del Instituto de los Seguros Sociales hasta que recaló en los equipos de la U.P.B, bajo la orientación técnica de Héctor García.

“...Y el partido comienza”

Lo que desconoce Carlos Andrés, y muchos niños de su edad que disfrutan con el fútbol, bien como hinchas o como jugadores, es que en los torneos de las categorías tercera, cuarta y escolar, de la FEDEFÚTBOL se inscribieron 126 equipos el año pasado. Fueron alrededor de dos mil quinientas veinte ilusiones infantiles entre 11 y 13 años de edad que quieren competir con los sueños de cada uno de ellos y de sus directores técnicos, sus padres, sus familiares y sus amigos del barrio, para hacerle, de alguna manera, una gambeta a la pobreza.

Además de lo anterior, para la escogencia de los jugadores de las selecciones infantiles y prejuveniles de los combinados blanco y verde de Antioquia sólo se tienen en cuenta el 1% de los deportistas de los equipos inscritos en esas categorías menores. Muchos de estos " embriones de futbolistas" pertenecen a clubes debidamente conformados y legalmente constituidos como Envigado, Medellín, Nacional, y de las diferentes escuelas de fútbol y son los que acceden a las convocatorias de las diferentes selecciones departamentales.

¿ A qué se debe la explosión, por así decirlo, de tantos equipos infantiles de fútbol en Medellín? Javier Valencia, director ejecutivo de la liga Antioqueña de fútbol (Fedefútbol) nos responde:
“ Nosotros tenemos que abrir esos espacios que habla la ley 181 (ley del deporte)y dice que hay que difundir en todo le territorio nacional el conocimiento y la enseñanza en el deporte y la recreación..”

La liga no es ajena a la legislación deportiva y amparada en ella posibilita que muchos niños e infantes logren iniciarse en la actividad balompédica

La democratización futbolística parece viable, pues para el presente año la categoría escolar se convertirá en quinta para darle cabida a muchos equipos de niños de esa edad que querían participar y que no podían hacerlo, ya que los colegios no tenían los recursos suficientes para el mantenimiento competitivo de los infantes durante el año deportivo, pero tiene una circunstancia agravante: el alto costo de inscripción para los equipos infantiles, pues oscila entre $ 250.000,oo y $ 350.000.oo.

¿Qué controles ejerce la Fedefútbol para que no se incremente tanta participación, pues hemos considerado que "cantidad no indica calidad”?

“son pocos los controles ya que estaríamos violando varios de los derechos fundamentales consagrados en nuestra constitución política, a saber: El derecho al trabajo por parte de los directores técnicos de los equipos, ya que si les exigimos las respectivas hojas de vida, incurriríamos en la violación de este articulo. Además, el derecho al deporte, a la recreación y al aprovechamiento del tiempo libre se les violarían a muchos de los niños que desean y quieren jugar al fútbol. Son estas, además de otras, las razones por las cuales no les ponemos muchos obstáculos a los equipos de niños que desean participar en los torneos de la liga.
Dicen que “quien pone la plata, pone las condiciones” y eso mismo asegura Javier Valencia quien indica que “ los dueños de los equipos dicen que su entrenador sea tal o cual y no otro cualquiera”.

Y un pony cabalgó con paso fino

Entre el 6 y el 20 de enero pasados se realizó la fiesta de chicos para grandes: el torneo pony fútbol, en la cancha Marte 1 de la unidad deportiva Atanasio Girardot.

El torneo es organizado por la Corporación “Los Paisitas”, con una filosofía que dice mucho: “Deporte con sentido social” y con el patrocinio de varias empresas, tanto del Estado como privadas. Este año llegó a su versión 17.

Casi que desde sus inicios se encuentra al mando un experiodista deportivo: Carlos Iván Hernández Bonnett. Allí se encontraba ordenando, organizando, corriendo, sudando.
Carlos Andrés asistió como espectador. No pudo participar hace dos años, cuando tenía la edad para hacerlo, pues una disposición reglamentaria se lo impidió. Según la normatividad del torneo: jugador que haya participado en los torneos de la Fedefutbol no podrá hacer parte de ninguno de los equipos inscritos en el Pony fútbol.

A la gran final de 2001 asistieron 32 equipos de diferentes partes del departamento y del país. Boca Junior de Cali, La Equidad de Bogotá, Cartagena, Córdoba (campeón del año anterior) y Santa Marta (actual campeón) fueron los “extranjeros” del torneo organizado por la Corporación “Los Paisitas”.

A ellos se unieron equipos de los barrios: Boston, San Joaquín, Berlín, La frontera, Boyacá-Las Brisas, Castilla, Campo Amor, Antonio Nariño, Aragón y San Bernardo. Además, participaron equipos de otras partes del departamento como: Ebéjico, Bello, La Estrella, Donmatías, Envigado, Barbosa y Támesis.

En la sola zona metropolitana se inscriben cada año 112 equipos para participar en las rondas eliminatorias, y sólo 25 quedan en la gran final que se realiza en la cancha Marte 1 de la ciudad, los primeros días del mes de enero de todos los años.

En el espinoso camino de llegar a la gran fiesta de principios de año se quedaron 495 equipos, es decir: otras 9900 ilusiones infantiles, que querían participar, así como Carlos Andrés.

Uno de los ”invitados especiales”, de la versión de este año del torneo, fue Néstor Alejandro Figueroa Manyón. Vive en Manrique Central, con su padre Genaro, su madre Ana Zulma y tres hermanos más. Defendió los colores del equipo Berlín, un barrio de “La capital de la Montaña”, ubicado en la comuna nororiental.

Néstor Alexander juega como defensa centro. Sus ojos derramaron varias lágrimas por su tez morena, cuando su equipo fue eliminado por el elenco de Córdoba en los cuartos final del torneo de chicos para grandes, al ser derrotado por dos goles a cero. Su longilinea y morocha figura de un metro con sesenta centímetros y un peso corporal de 58 kilos contrastan con la de sus compañeros de equipo. Estudia segundo nivel de secundaria en el colegio Pedro Nel Villa de su barrio natal y sueña, como todos los niños de su edad, con ser futbolista profesional. Don Genaro lo acompaña a muchos de los partidos ya que es el único que juega en la casa.

En el pasado torneo Ponyfútbol, don Genaro, cargaba y cuidaba de la guayera de Nestor Alexander, su hijo, donada por los patrocinadores, como si fuera oro en polvo. Su salario como celador, en una unidad residencial, a duras penas le alcanza para mantener a su mujer y sus cuatro hijos; además, le queda muy difícil pagar una mensualidad en una escuela de fútbol a Néstor Alexander:

Así como Néstor Alexander, son muchos los niños del departamento que quieren convertir sus sueños futbolísticos en realidades, “para sacar adelante a mi familia, Como lo concluye el pequeño párvulo, con ganas de reconocimiento y dce fama con la redonda.

Escuelas de Fútbol: ¿Semilleros o negocios?

¿Son las escuelas de fútbol la solución para las ilusiones de estos 2.520 niños futbolistas de los torneos de Escolar, Cuarta o Tercera categoría de la FEDEFÚTBOL o de los 9900 que participan tanto en la ronda eliminatoria como en la final del torneo PONY FÚTBOL o de muchos otros más que, como Carlos Andrés, sueñan con ser deportistas profesionales o, por el contrario, se convirtieron en un "negocio redondo”? . Fue nuestro interrogante

Carlos Andrés cree que las escuelas de fútbol sirven siempre y cuando se les trabaje a los niños primero para ser personas y luego como deportistas: “ irlos cultivando como persona y después como deportistas; trabajarlos primero para que respeten a los demás y luego hacerlo técnica y físicamente”, como el mismo Carlos Andrés lo expresa.

Baltazar Medina, Director del Instituto de Deportes de Antioquia – Indeportes-, indicó que:“ Las escuelas de fútbol, vistas como una etapa de la iniciación deportiva del niño, sirven, lo que no sirve es el modelo que hemos adoptado en el medio para canalizar ese interés de los niños por la práctica de este deporte y pienso que en ese sentido estamos en mora de cumplir lo que la ley 181 ordena al respecto y es lo que tiene que ver con la reglamentación y regulación de este tipo de organizaciones en el medio local ..”

Muchos son los mecanismos que ha implementado el estado para ejercer un control efectivo de estas instituciones: “La ley 181 (ley del deporte) establece la facultad para los entes deportivos municipales de reglamentar las escuelas de fútbol (...) y demás entidades similares. Aquí en Medellín ya se han implementado acuerdos de reglamentación, (...) pero lastimosamente no han sido sancionados por eso esta actividad ha seguido funcionando de una manera irregular...” enfatizó el director del Instituto de Deportes de Antioquia, Licenciado Baltazar Medina.

El director de Indeportes indica que hay una serie de anomalías en el funcionamiento y filosofía de muchas de estas instituciones. Irregularidades como el ser creadas con fines más lucrativos y comerciales que formativos, carecer de una propuesta pedagógica adecuada atropellando muchos de los procesos naturales de los niños y las mismas personas que laboran en esas instituciones no son idóneas pues carecen de una formación académica adecuada.

Una de los certificados de idoneidad que le conceden los entes deportivos a las instituciones que tienen que ver con la actividad muscular es el reconocimiento deportivo. Muy pocas lo poseen y no avala jurídicamente la utilización de bienes y escenarios deportivos, como las canchas de fútbol, que son del estado colombiano.
El comodato por tanto tiempo de muchos predios utilizados por instituciones de carácter privado no es bien visto por el jefe máximo del deporte en el deporte antioqueño, Baltazar Medina, y se puede denunciar este tipo de atropellos ante los organismos de control tanto municipal como la personería como las contralorías, pues como él mismo lo indica: “ lo privado no debe primar sobre lo colectivo en especial en la utilización de escenarios deportivos de propiedad del estado colombiano”.

Baltazar Medina concluye que con el dinero y la chequera de los padres no se pueden hacer deportista y muchos menos futbolistas:

“(...) Aquí ha habido una polémica de mucho tiempo de que si el deportista nace o se hace. Yo diría que nace y se nace porque si un deportista tiene aptitud y talento y no se le canalizan y se le forman igual no va ha ser un deportista destacado y en este aspecto yo pienso que los padres, más allá de apoyar a sus hijos para la práctica del deporte, poco pueden hacer para superar las dificultades o limitaciones que técnicamente puedan tener sus hijos..”

"Esa es otra pata que le nace al cojo ", como diría la filosofía popular, pues hemos visto como Medellín se ha convertido en epicentro de escuelas de balompié sin control definido por parte de organismos del Estado, aunque en la ley 181 de l.995 (Ley del deporte) aparecen consignadas algunas normas de funcionamiento.

Según hemos podido indagar, son alrededor de 450 escuelas "especializadas" en la formación integral de los niños deportistas. Muchas de ellas carecen del reconocimiento del Instituto de Deportes de Antioquia (Indeportes-Antioquia).

En ese mismo orden de ideas. Hace pocos meses, en una publicación reciente, Pilar Mira, la única mujer directora de equipos de fútbol para hombres en Medellín, vertía sus conceptos: "..Nuestras bases no están muy bien preparadas. Cuántas preguntas sin respuestas. No hay apoyo. Cuántos niños llegan con sus mochilitas, si es que las tienen, o unos pequeños guayitos en una bolsa plástica, a buscar una oportunidad, con la única ilusión de ser futbolista. Sin tener un desayuno en la casa, una madre o un padre que los apoye, huyéndole al peligro..!". De esta forma hacia sus denuncia Pilar Mira en el periódico " Fútbol Aficionado y algo más "del mes de marzo del año pasado.

De otro lado, como un " pañito de agua tibia " para algunos y como un acierto para otros fue calificado el acuerdo 55 de 1998 del Concejo de Medellín por el cual se institucionaliza el programa para el desarrollo de la educación física, la recreación y el deporte en las instituciones educativas oficiales y privadas de la ciudad y, al mismo tiempo se adoptan y fortalecen los programas de Centros de Educación Física y los Centros de Iniciación y formación deportiva.

Según el acuerdo municipal sólo puede ejercer el cargo de docente en una institución educativa de nivel básico (Ciclo primaria) los licenciados de educación física o los tecnólogos en educación física y recreación.

La medida busca frenar no solo a los empíricos en labores educativas sino, también, reglamentar, con la figura de Centros de Iniciación y Formación Deportiva, las " Escuelas de Fútbol".

Cuando fue creado el centro de iniciación y formación deportiva por la Liga Antioqueña de fútbol, el año pasado, uno de los requisitos fundamentales era hacer respetar la normatividad existente, pero, y como lo asevera el señor Javier Valencia, “el acuerdo municipal era desconocido por las instituciones educativas de la ciudad, tanto por el politécnico Jaime Isaza Cadavid como por la Universidad de Antioquia”.

La Marroquín: pionera.

En el barrio Belén Malibú funciona la primera y pionera escuela de fútbol de Medellín: La Luis Alfonso Marroquín.

" Si el fútbol se enseñara los EE.UU. tendrían más de 47 Maradonas”, sentenció alguna vez el inmolado dirigente del fútbol Antioqueño Arturo Bustamante. Luis Alfonso Marroquín, opinó al respecto:
“ El fútbol es una técnica sicomotriz y se puede enseñar perfectamente porque las técnicas del fútbol se pueden enseñar los fundamentos, la preparación física, la táctica se puede mejorar y se puede perfeccionar el talento a través de un proceso y se van moldeando a través del entrenamiento(...) Yo estoy convencido que Arturo Bustamante (Q.E.P.D.) debió revisar esta idea(..) pues nos dejó la escuela de fútbol de la Liga Antioqueña...”.

Son 150 niños que van a recibir sus “clases de fútbol” de lunes a sábado en dos horarios: de 8 a 10 de la mañana y de 2 a 6 de la tarde.

Sus prácticas las realizan en la cancha de arenilla número 4 de la unidad deportiva del mismo barrio, entregada en comodato hace 15 años, por el gobierno municipal y cuya renovación se realiza cada año, ante el Instituto de Deporte y Recreación (INDER).

Los niños son orientados por el mismo Luis Alfonso, en compañía de sus hermanos: Gonzalo y Diego, además de Luis Alfonso Pizarro y dos ayudantes de campo. Sus vastos conocimientos sobre el fútbol los fue cosechando por más de 20 años dedicados a esta actividad. El colegio San Ignacio, los seleccionados paisas o el combinado nacional, que cumplió una excelente campaña en el suramericano de 1985 y donde salieron grandes deportistas como José René Higuita, John Edisón Castaño, John Jairo Trellez, le hicieron ganar esa mayoría de edad futbolística.

Por un costo mensual de $30 mil pesos los niños de entre 11 y 16 años de edad reciben asesoría en todo lo que tenga que ver con el fútbol, además del proceso de enseñanza y aprendizaje del mismo deporte. También el servicio de biblioteca con abundante bibliografía del balompié y películas de la misma temática al igual que
asistencia sicológica, medica y odontológica dada, en muchos casos, por los padres de familia de la misma escuela

Participan en torneos organizados tanto por la FEFEDUTBOL como otros de ligas filiales. Además, el Ponyfútbol y el torneo interescuelas de balompié organizado por la Asociación Colombiana de Redactores Deportivos, seccional Antioquia (ACORD- Antioquia)
Los sueños se van diluyendo entre las grandes chequeras para pagar las mensualidades de estas instituciones y las ilusiones de muchos niños de barrios populares que quieren ser futbolistas y carecen de dinero para pertenecer a una de ellas.

Carlos Andrés, en cambio, es miembro de una familia de clase media que vive en el sector de Belen-La Palma. Sus padres hacen grandes esfuerzos para que estudie y le han inculcado el amor por la academia. Él no se considera un "mazo" para el estudio, pero sí muy responsable con sus tareas, claro que, y de vez en cuando, les hace un "dribling" para dedicarse al deporte de sus afectos.

Los técnicos empíricos vrs los académicos: ¿ Una guerra que comienza?

Otro de los grandes flagelos que azota al fútbol aficionado de Antioquia es la falta de conocimientos en medicina deportiva, psicología, legislación deportiva y otros temas, por parte de gran cantidad de "profesores" que orientan los destinos futbolísticos de muchos niños.

Entre carniceros, mensajeros, carpinteros y gran variedad de oficios se encuentra instaurado el de técnico de fútbol. Con el sólo hecho de comprar unas camisetas y pagar una inscripción en un torneo ya son diplomados del balompié. Lo preocupante es que la mayoría de los "profes" que orientan los destinos futbolísticos de los torneos de tercera, cuarta o escolar (exclusivos para niños entre 11 y 15 años de edad) en la Liga Antioqueña de balompié son empíricos, es decir no han pasado por una institución superior o una tecnología en deportes en algunas de las universidades o centros tecnológicos de la ciudad.

Nevardo Graciano, Director Técnico de varios equipos en Bello y responsable de una escuela de fútbol que lleva su nombre, denuncia que la liga debe reglamentar el oficio de técnico de balompié y propone crear una asociación que los aglutine y los defienda: " ....Si la liga no tiene ningún tipo de exigencia (...)que a ella es que le corresponde este papel o en su defecto a los técnicos que nos organizáramos y tuviéramos una asociación y ésta hiciera valer esos derechos ante la Liga y ante la División Aficionada del Fútbol Colombiano, que todo el que no estuviera afiliado a la asociación de técnicos no pudiera dirigir, eso contribuiría a la calidad de las personas que dirigen especialmente los niños y lógicamente va en beneficio del fútbol nacional, pero, hasta ahora, cualquier persona se puede meter a dirigir y eso lógicamente va a perjudicar al fútbol(...)porque uno no puede medir las intenciones que todas las personas tengamos ..por eso el fútbol va en decadencia...”.

Cuando fue creada hace 20 años, por parte del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, la carrera de tecnología deportiva, muchos creyeron encontrar en ella la salvación ante tanto empirismo existente en el medio. Hoy, después de 4 lustros, todavía se sigue adoleciendo del "corpus conceptual" del balompié ya que muy pocos pueden acceder a éstas instituciones por el alto costo de las matriculas, o porque en estas categorías de menores son pocos los clubes organizados que permitan ejercer dignamente y con un buen salario, las labores de docente y psicólogo de muchos de los equipos, o
porque muchos de estos elencos son sólo flor de un día, puesto que apareen y desaparecen de forma permanente en el concierto del balompié aficionado "paisa"

Muchos de los tecnólogos ocupan los puestos de profesores de educación física en muchas de las instituciones educativas de la ciudad o del departamento; ó, en el mejor de los casos, han creado su propia empresa: las escuelas de fútbol o de otros deportes.

" El niño no es un adulto en miniatura "

" El niño no es un adulto en miniatura" es lo que asegura Oscar Mario Cardona, médico de Indeportes Antioquia. Cardona indica que: " muchos de los profesores que llegan a dirigir equipos de niños copian los mismos modelos y esquemas de entrenamiento de los adultos, especialmente de los equipos del balompié rentado antioqueño, situación que vemos con gran preocupación"

Una serie de "conflicto de intereses" se mueven al calor del balompié, en donde los más perjudicados terminan siendo los infantes que quieren jugar al fútbol y llegar muy lejos.

Carlos Andrés no se da por enterado de lo que pasa a su alrededor. Todavía es un niño y tiene mucho camino por recorrer en esto del fútbol, pero no se amilana, sabe que el reto es grande. Al respecto dice: "Primero y ante todo la humildad para poder llegar ha ser alguien y esto de la vanidad y la soberbia no lleva a nada bueno..."

El escritor Francés, de origen argelino, Albert Camus habló acerca del fútbol y dijo, entre muchas cosas, que "le debía mucho", pues este deporte le "enseñó acerca de la moral y las obligaciones de los hombres". Pero lo que ayer desconoció Camus y hoy Carlos Andrés es que hay un submundo muy peligroso lleno de drogas, prostitución masculina, pasiones desaforadas, homosexualismo y muchas cosas más.

“ Las pesadillas comienzan "

Sí, los sueños futbolísticos de los preadolescentes se convierten en grandes y terribles pesadillas. Willian Muñoz es un claro ejemplo de lo que es pasar de la gloria al infierno. Muñoz nació en La Milagrosa, un barrio popular de la ciudad de Medellín y ascendió rápidamente en el fútbol, primero como volante de armado, así como Carlos Andrés, y después como marcador de punta izquierda en una selección Antioquia juvenil. En el balompié rentado de nuestro país actuó en diferentes equipos: Deportivo Cali, Caldas (en ese entonces Once Philips), Junior, Medellín, Nacional, América, Pereira.

Pero ...¿ y por qué las inocentes y bellas ilusiones de un niño se convierten en terribles pesadillas? Willian responde: ".... A ver, el comentario de muchos futbolistas profesionales, cuando uno está empezando, es que en el fútbol no es difícil llegar sino mantenerse. ( Pone cara de preocupación y continúa diciendo(...) pero uno cree que mantenerse es más por cuestiones de lo personal, cuestiones de fútbol; uno cree que no más es sabiendo jugar fútbol y corriendo uno se demora en él y va a llegar una carrera larga (...) y eso es mentira. Yo creo que el fútbol es un deporte, como muchos deportes en el ámbito profesional, que se manejan muy difíciles. Realmente para un jugador mantenerse no es solamente de condiciones, pues condiciones las puede tener uno y se puede uno mantener mucho tiempo en el profesionalismo(...)pero hay cosas muy difíciles, ya se manejan otras cuestiones(...) es difícil comentarlo pero es más que todo eso, yo creo que hay mucha clase de "intereses creados en el fútbol profesional " de personas externas a él que tienen dinero y cogen algunos jugadores los montan y los llevan a la profesional y juegan en determinados partidos y sin muchas condiciones sólo porque tienen alguien que los patrocine y eso la mayoría de la gente que está afuera no lo sabe ".

"...El fútbol es una porquería"

El dramaturgo español del siglo pasado y premio Nobel en 1922 Jacinto Benavente escribió una magnifica obra de teatro titulada " los intereses creados". Parafraseando a Benavente le preguntamos a Muñoz: ¿ Qué clase de intereses creados se mueven al calor del fútbol que imposibilitan que ha ciertas instancias lleguen jugadores de fútbol amateur que tienen mucha capacidad técnica y otros no?. Esto respondió sin titubeos: "... No, aquí en el fútbol no es por condiciones, porque por condiciones han llegado muchos(...)Hay en los barrios populares muchos jugadores y de muy buena talla, el problema es que no hay quien los coja, quien los asesore y cuando los asesoran piden otra cosa de por medio, si no piden dinero piden otras cosas y realmente eso es muy difícil(...)Aquí este fútbol en Colombia, yo por ahí escuché una palabra muy cierta y es una frase, (...)que en Colombia o en el mundo el fútbol será y seguirá siendo una porquería, porque el fútbol aquí en Colombia se maneja muy mal y realmente uno se arrepiente de no haber seguido unos estudios secundarios o de universidad por meterle todo al fútbol, pero desafortunadamente...eso sucede. Uno tiene muchas aspiraciones y de un momento a otro llega al profesional y tiene unos partidos y jugando bien y porque no sos amigo de este o porque no le convenís que estés jugando porque éste no es dueño de tu pase. En fin muchas cosas que uno no sabe sino cuando está montado allá “.

Hace una pausa, reflexiona un poco en lo que esta diciendo, tiene su mirada perdida como sus sueños de niño.

Recuerda a su hijo cuando se le cuestiona sobre si el fútbol es un "cambalache" por aquello que: " el fútbol será y seguirá siendo una porquería”:

" Sí, realmente sí (...)el fútbol es un Cambalache. Yo tengo un hijo y yo le inculcaría, si él quiere jugar fútbol profesional pues lo apoyaría al máximo, pero le inculcaría otras cosas, porque uno en el fútbol sufre mucho, hombre (...)uno en el fútbol tiene muchas decepciones, también muchas alegrías porque eso es inevitable, eso es inolvidable lo que me pasó a mí en selección Colombia, en el Medellín y con tantos equipos, que jugar uno y ver el estadio lleno en un clásico eso no se va a borrar nunca de la mente, pero sí le da a uno tristeza las cosas que suceden en el fútbol profesional y que realmente, vuelvo y repito, la gente que está afuera de la cancha, fuera de este gremio del fútbol no se da cuenta y nada más ven los partidos los miércoles o los domingos el rendimiento del jugador en la cancha, pero no saben a veces que cuando el jugador le va mal fue porque lo sentaron uno, dos o tres meses y quieren que cuando vuelva a jugar un partido juegue como si estuviera jugando 10 o 15 seguidos. Son cositas que la gente no se da cuenta y decepcionan mucho ".

No guarda rencor a los que él consideró sus amigos en el fútbol pero que le dieron la espalda y lo abandonaron después de que él no volviera a la alta competencia:
"...Decepciones de amigos que supuestamente lo éramos en las buenas y por cuestiones de la vida que le da un giro tremendo a uno y esos amigos no están, pero creo que lo importante es tener la fe en Dios, en su familia; yo creo que eso es lo más importante: tener la familia unida y lo demás es añadidura, (...) ya lo demás viene. Si los amigos vuelven ya sabe uno como tratarlos, eso sí nunca tener rencor hacia nadie porque yo creo que el rencor es muy enfermizo ".

¿ Homosexuales en el fútbol?

Un tema tabú en el balompié mundial es el del homosexualismo. Muchas han sido las demandas que por abuso, acoso o violencia sexual se han instaurado, pero que en muchos casos no prosperan o no se les da la verdadera difusión en los diferentes medios.

El más sonado en los últimos años en el ámbito internacional es del técnico argentino Héctor “el bambino” Vieira, cuando dirigía a San Lorenzo de Almagro

Otro, no muy difundido, como el caso de un técnico de fútbol del barrio Campo Valdés de la ciudad de Medellín que fue asesinado el año pasado por violación y abuso sexual a un menor de edad.

Hay un refrán popular que versa: " Dicen que las brujas no existen, pero que las hay, las hay “. Rodrigo García, miembro del comando técnico de la Escuela de Fútbol Alexis García, asevera lo mismo con respecto al balompié aficionado "paisa" y añade: " ... Hombre desgraciadamente es como todo: sí los hay... y uno en este medio los conocemos y sabemos quienes son y están identificados pero eso ya queda a criterio de los padres de familia que tiene que averiguar con quien está el niño y donde está el niño; además este tiene que hablar..."

William Muñoz también indica que a él, en lo personal, lo acosaron sexualmente varias veces, en algunos casos periodistas y añade: " ....yo tuve llamadas, cuando estaba en el Cali inclusive en Medellín(...), de periodistas que me hacían citas, que querían que un tipo homosexual, X o Y persona quería estar conmigo y eso se mueve mucho en el fútbol(...)es que realmente (...)aquí en Colombia es difícil, debe ser en el mundo entero, pero aquí estamos en un país muy violento y por cualquier cosa te matan, entonces es mejor callar y guardar estas cosas para contárselas a los nietos, será ".

Hemos dicho que se pasa de la gloria al infierno. Carlos Andrés no sabe lo que está pasando: sale a visitar a su noviecita, juega playstation, ve las noticias deportivas en la televisión, además de los partidos de las eliminatorias al mundial de Corea y Japón en el 2002, hace tareas, llama a sus amigos...

El partido ha terminado y el mundo de este "Carasucia”, como un balón de fútbol, seguirá girando y girando, sin tiempo para detenerse.

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