“Hay hombres que luchan un día y son buenos,
Son varias las características que posee este espacio televisivo a través de la pantalla chica. No posee un set propio sino que se hace al aire libre, en especial donde el entrevistado “vive”, es decir en la cancha de fútbol o en la oficina donde trabaja el dirigente o en la casa de habitación.
hay hombres que luchan un año y son mejores,
hay hombres que luchan varios años y son muy buenos,
hay hombres que luchan toda una vida: esos son imprescindibles” B. Brech.
ENTRE DOS AMORES GIRA LA VIDA DEL “SHOFAR, ES TIEMPO DE PAZ”: EL FÚTBOL Y EL PERIODISMO Y LA VE CON UNA CLARIDAD PROPIA DE UN SER EVOLUCIONADO. LE ENCANTA EL ANONIMATO, PERO ES CONSCIENTE QUE CON SU TRABAJO HA LOGRADO INFLUIR EN MUCHAS DE LAS PERSONAS QUE GIRAN EN TORNO A UN BALÓN DE FÚTBOL. HAY UNA PALABRA QUE LO DEFINE: HUMILDAD.
Por: Erika Andréa Céspedes
Desde mediados del mes de abril de 2004 y justo como regalo de cumpleaños que le dio la vida a Roosevelt Castro empezó a contar sus “historias a la redonda”. Sí, desde el 16 de abril los proyectos de vida y el fútbol desde una mirada más humana se empezaron a ver en la televisión por cable, con “HISTORIAS A LA REDONDA”.
Por el sistema de televisión paga de Cable Unión de Occidente y su canal 8 (Expresiones de Antioquia), este intrépido periodista deportivo le dio por crear un espacio en la “pantalla chica” que contribuyera en dar a conocer tanto “héroe anónimo que se desgasta anímica, psíquica, física y económicamente y que no tienen ningún reconocimiento a su labor callada en beneficio del balompié”, como lo manifiesta Castro Bohórquez.
Con Crónicas, reportajes y perfiles realiza, produce y dirige su programa televisivo “HISTORIAS A LA REDONDA” para hacer un periodismo más humano y reflexivo que sirva de puente de diálogo y vocero de aquellos que no tienen voz. Hace poco cumplió 150 programas al aire y ha pasado de largo. Se emite los domingos a las 9 y media de la noche, con una duración de 30 minutos. “Es un espacio pensado para esas grandes personas que, con el fútbol, construyen un país mejor, en esos pequeños oasis de alegría y sana convivencia de los equipos de fútbol que dirigen y orientan, en medio de tanta aridez por la violencia indiscriminada que existe. Podemos decir que es un reconocimiento no mezquino de todos esos héroes anónimos o no de la pelota”, enfatiza Roosevelt.
El fútbol, un trabajo en equipo
En la actualidad “HISTORIAS A LA REDONDA es presentado por Roosevelt Castro y Natalia Carvajal, una talentosa estudiante de Comunicación social y periodismo de la Universidad pontificia Bolivariana.
A la hora de mencionar a personas que le deba agradecer y que hayan contribuido en el éxito del proyecto no duda un instante en mencionar a Jorge Mario Loaiza, Johnny Preciado, José Javier Botero, Sergio Jaramillo y Juan David Sánchez. Además, Carla Ramírez, Lina Rua y Wilson Calderón. También, Paula Alzate, Gabriel Levy y últimamente Jaime Castañeda.
"Jorge Mario es una persona muy sensible y entregada a nuestro espacio televisivo; Jhonny nos ha contribuido desde su cosmovisión de camarógrafo a mejorar el concepto visual, lo mismo que Sergio, José Javier y Juan David. ; Wilson tiene una doble misión con nuestro proyecto: es camarógrafo y es editor. “El cambio del concepto visual se lo debemos a este joven muy comprometido con nuestra propuesta televisiva. Desde que ingresó a principios de marzo de 2006, como editor del programa, nos ha entregado su talento, su mística y sus ganas”, expresa el director de HISTORIAS A LA REDONDA, Roosevelt Castro.
"Karla y Lina Rua son las encargadas de la emisión del programa; Paulita es la que nos critica de manera constructiva y nos ha ayudado a crecer, desde su vasta experiencia en la dirección del canal 8 (Expresiones de Antioquia), de Cable Unión de Occidente. Gabriel Levy Bravo es un “todo terreno” que siempre ha creído en todas nuestras locuras desde hace más de tres años y nos ha tendido la mano en todo momento. Jaime Castañeda, el popular “Elefante”, también nos ha tenido en cuenta en la nueva reestructuración del canal Expresiones de Antioquia (Canal 8), pues bajo su dirección esta alternativa dio un giro copernicano y se convirtió en canal deportivo, con un corte más humano. A todos muchas bendiciones y muchísimas gracias”, dice Roosevelt Castro acerca de su grupo de trabajo.
Igualmente, Roosevelt agradece de todo corazón a Natalia Carvajal, talentosa estudiante de comunicación social y periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana, por todo su aporte en beneficio del programa televisivo.
Otra situación que caracteriza a “Historias a la Redonda” es que su presentador se viste con saco y corbata, no por capricho o por el registro televisivo del periodista deportivo si no por otra razón que, en palabras de Roosevelt, “es muy valedera”.
“ Lo de encorbatarse no es de mi agrado porque soy de una manera de vestir más informal, lo que pasa es que el saco y la corbata van de acuerdo a una cuestión simbólica que quiero darle al programa, es decir: cuando usted va a una fiesta en homenaje a alguien usted se coloca las mejores galas y eso es lo que hago cuando nos vestimos de esta manera formal: asistir e una “fiesta” en homenaje a estas personas que construyen un país mejor con una pelotea de fútbol”, explica el director y presentador de “Historias a la Redonda”.
“Más adelante, nuestro proyecto periodístico quiere apostarle a otros géneros un poco más complicados, pero muy satisfactorios para realizar: los documentales y los grandes reportajes”, concluye Roosevelt al ser indagado acerca del futuro de su programa “HISTORIAS A LA REDONDA”.
Es que entre las incontables actividades que realiza Roosevelt, en beneficio del balompié “paisa”, está la de periodista, donde ha sido multiplicador de mensajes para la paz, para la noviolencia, para el respeto, para el amor.
Tímido, reservado en lo que dice y colaborador como el que más, son las características con las que lo identificaban sus compañeros de estudio en el Alma Mater.
Posee un corazón muy grande a pesar de sus 1.55 metros de estatura, y dicen que hay gente que vale por lo que pesa y los 52 kilos de Roosevelt no avalan tal postulado popular, porque son muchas las toneladas de amor que tiene y muchas las que ha dado, este tolimense de más tres décadas de vida, en beneficio del balompié antioqueño.
Roosevelt es miembro de la Asociación Colombiana de Redactores Deportivos, seccional Antioquia (ACORD- Antioquia), de la Asociación Colombiana de Entrenadores de Fútbol (ASCENFUTBOL), que preside el odontólogo Francisco Maturana García,. Además, es Comunicador Social– Periodista de la Universidad de Antioquia, Diplomado en Comunicación Deportiva de la Universidad Pontificia Bolivariana, Miembro de la Mesa de Trabajo por el “Juego Limpio” en el Fútbol Aficionado de Antioquia, en la Comisión de Juzgamiento, y adscrita a la Oficina de la No-violencia del Departamento de Antioquia e hizo parte del panel del colegio de árbitros de la Liga Antioqueña de Fútbol. También es el Coordinador de Servicios de una casa de Banquetes.
El Génesis: ... y el payasito “Corazoncito” nace
En la escuela Francisco Montoya Kennedy, del municipio de Caramanta, en el suroeste antioqueño, nace el payasito “Corazoncito” y el filántropo Roosevelt.
“Yo nací en Villarrica, Departamento del Tolima. Fui el cuarto de la familia de 8 hermanos. Mis padres eran unos errabundos que habían recalado en Antioquia. Mi padre, un jubilado de la Federación de Cafeteros de Colombia, había llegado al departamento de la arepa en 1959. El primer municipio donde llegó la familia Castro Bohórquez fue Heliconia (Antioquia). Luego, y en su orden, Sonson, Betania, Caramanta, Santa Bárbara, Cañasgordas y Amagá”, evoca Roosevelt acerca de su recorrido por los pueblos de Antioquia que ha hecho su familia hasta recalar en Medellín a mediados de los 70’s.
En Betania empieza a soltar su vena artística. Canta y declama en su escuela, también colabora en la elaboración de las carteleras de su escuela, la Juan XXIII, donde realiza sus primeras letras. Pero es en Caramanta donde, con un cachaco y una corbata de su padre, empieza a disfrazarse de payaso de circo y por supuesto su labor filantrópica. “Mi primer personaje que realicé fue el de un payaso de circo. Su nombre: corazoncito. Cuando estudiaba mi primaria en la Escuela Anexa Francisco Montoya Kennedy de Caramanta (Antioquia), me disfrazaba de este personaje circense y montaba varias obras de corte humorístico, conjuntamente con otros compañeros. Se hacía la respectiva boletería con un precio módico para que pudieran asistir los alumnos de las otras instituciones educativas e igualmente las diferentes personas del pueblo. El recaudo de las funciones lo destinábamos para comprar mercados y víveres para la gente más pobre. Desde allí nació mi vocación de periodista y de comunicador. Comprendí, como ahora lo hago, que mi razón de ser era servir a la gente, sobre todo aquella que tiene algo que perder frente a los factores o instancias de poder”, evoca Roosevelt.
El árbitro en acción: Y el pito suena y sueña
De otro lado, una de esas acciones en beneficio del balompié es el arbitraje. Sí, cuando Roosevelt salía los fines de semana a pitar los partidos de fútbol que le programaban, en su maletín azul cargaba no solamente los implementos propios del árbitro: tarjetas, cronómetros, pitos, pantalonetas, medias negras con visos blancos, guayos o camisetas de diferentes colores y tonalidades, sino que guardaba, celosamente, una gran cantidad de laminitas con la imagen del Divino Niño, con el único pretexto de entregárselas a los niños antes de empezar los partidos. Ahora las cambió por una tarjeta verde, completando la triada cromática del inglés Ken Aston, inventor de las tarjetas en el fútbol, quien vió en el semáforo un código universal que entendían todos los idiomas y culturas.
Mientras calzaba sus guayos, ponía su camiseta amarillo mostaza con rayas negras y de la cual pende unos moños de diferentes colores, colocaba su escarapela de árbitro, preparaba sus tarjetas tanto roja como amarilla y las verdes, arreglaba un poco su incipiente cabello y mojaba con un poco de agua su tez morena de la que sobresalen dos lunares en su pómulo izquierdo, iba comentando por qué lo hacía: “lo llamé arbitraje didáctico – dice con voz pausada y continúa- Lo de la laminita es un pretexto para acercarme a ellos con un mensaje de amor, paz, respeto y especialmente de tolerancia “.
Es que detrás de las tarjetas que repartía Roosevelt hay un mensaje: “ Yo amo, respeto y tolero a mi adversario” y con ellas quería inculcar un poco de amor en las canchas en donde le tocaba ejercer éste duro y desagradecido oficio y cuando hablaba de pretexto indica: “Algunos de los niños de los torneos de las categorías tercera, cuarta o escolar son Testigos de Jehová o son Evangélicos o son Judíos y no creen en el cuento de la laminita, pero yo les digo que lean y reflexionen acerca del mensaje y que lo que quieran hacer con ella no me interesa. Además les digo que lo más importante es que imiten lo bueno de los grandes jugadores de fútbol; que no hace falta llenarse de soberbia, vanidad o engreimiento; que hay que respetar a los demás y siempre, siempre, trabajar en equipo y con mucho amor “, les indicaba a los niños el árbitro Castro.
Ha ingresado la cancha Auxiliar No. 3, en la Unidad Deportiva Andrés Escobar Saldarriaga (Más conocida cono Unidad Deportiva de Belén). Saluda a algunos de los padres de familia que van ha ver el partido de sus hijos. Hace lo mismo con los técnicos de los equipos y los auxiliares. Llama a los equipos. Recoge los carnés y parece como si los canjeara por las tarjetas verdes, pues mientras los infantes entregan sus identificaciones como jugadores recibían las tarjetas con un saludo personalizado y una advertencia: “ Bienvenido, quiero que lea y reflexione acerca del mensaje que hay detrás de tarjeta, creo que puede ser importante para su vida”. El ritual no dura más de 8 minutos.
Después de recibir los carnés y guardarlos en su pantaloneta negra, hace una última advertencia, esta vez a los capitanes de los equipos: “Recuerden que esto es un juego y no es necesario la violencia”. Hace el sorteo del equipo que escogerá la mitad del terreno de juego y del que habla la norma número 8. Se persigna. Y da inicio al partido, esta vez entre dos equipos de la categoría cuarta. Han transcurrido los dos tiempos reglamentarios de 35 minutos cada uno y el partido de fútbol llega a su fin, entre aplausos e insultos y gritos destemplados de algunos hinchas, en su mayoría padres de familia y hermanos o familiares de algunos de los pequeños futbolistas. Además, el sudor y una última bendición del árbitro del partido.
Mientras los tímidos rayos de sol salen a saludar el medio día de un domingo de agosto, varios de los niños e hinchas abandonan la cancha Auxiliar No. 3 . Algunos alegres por haber ganado el partido, otros cabizbajos y tristes por haberlo perdido.
Es que ese interés de Roosevelt por combinar la pedagogía con el fútbol nació hace más de 17 años cuando participó como director técnico de unos equipos de futbolito, en los torneos que organizaba la parroquia Nuestra Señora de Lourdes del barrio Florida Nueva-Estadio, en la ciudad de Medellín. Él observó cómo antes de los partidos se les impartían una catequesis a los participantes de los torneos y quien no asistiera a ellas no podía jugar. Le gustó tanto que quiso compartirla, bajo sus propios parámetros, con los equipos infantiles de la Fedefútbol y desde 1997, cuando pidió reingreso como árbitro, lo vino haciendo hasta el año antepasado. Fueron más de 5 años donde llevó su mensaje de amor, respeto, tolerancia y no violencia en las diferentes canchas de balompié del departamento de Antioquia, bajo la tutela del ExFIFA antioqueño Juan Manuel Gómez Botero.
Otro mensaje de paz
De su camiseta de árbitro penden tres moños de diferentes colores: uno negro, otro verde y otro con el tricolor colombiano. ¿Qué significan? : “el negro significa el luto por mucha gente que ha muerto de manera intolerante en nuestro país; el verde representa la paz, que si no la encontramos en nuestros corazones y la damos no podrá salir y surgir nunca para nuestro bien y el moño tricolor es Colombia que se mueve entre los otros dos”, enfatiza Roosevelt Castro.
El técnico: “Nací predestinado”
Es que ese discurso de carácter espiritual está muy bien cimentado en lecturas de Deepak Chopra, Antony de Mello o la Biblia, en especial el Nuevo Testamento y la vida de Jesús de Nazaret. De hecho en su biblioteca hay una serie de libros de varios de los escritores mencionados o de otros como Conny Méndez y, además, de diferentes temáticas, entre las que no podían faltar las inherentes al fútbol.
Los prados o zonas verdes de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, se convirtieron en cómplices de su inmenso amor por el balompié. Cuando su padre, un jubilado de la Federación Nacional de Cafeteros, recaló, con su mujer y toda su familia compuesta por ocho hijos hace más de un cuarto de siglo, a una casa de habitación que había adquirido en el sector de Florida nueva – Estadio, vieron evolucionar y dar lo mejor de sí, en beneficio del fútbol antioqueño, a Roosevelt.
“Nací predestinado” es lo que siempre afirma al referirse a sus inicios en el fútbol y en el periodismo. Y no es para menos: ha sido jugador, técnico, y realizador, detrás de bambalinas, de muchos programas deportivos radiales. Como director técnico ha ayudado en el crecimiento personal y deportivo de muchos niños y jóvenes de su barrio. Dirigió y asesoró con acierto los equipos de Medellicinto, la Universidad Pontificia Bolivariana, Farmacia Rivoli, Boca Junior, Chiquilines, y los representativos de su sector en los juegos metropolitanos. Además, entregó sus vastos conocimientos en el balompié al club Cosmos en los torneos del Club Juvenil Lourdes.
El periodista
Paralelo a su pasión por el balompié crecía en él otra: el periodismo. Fundó el periódico El Ideal Juvenil, en su colegio; asesoró otra publicación Goles y Comentarios, más adelante produjo la revista “Sólo... Fútbol Aficionado”; y colaboró con las notas del fútbol aficionado en un semanario llamado Tribuna del Hincha y con los programas radiales Tribuna Roja; Gente, deporte y punto; Deporte – Deporte; Hora 13 del deporte; Pantalla Deportiva; Sábados de Fútbol Aficionado”; “Los líderes del deporte” y “Qué viva el fútbol” , en diferentes frecuencias del dial “paisa”.
Ha adelantado varios proyectos en diferentes medios como la radio, la televisión, la prensa o la misma Internet, entre los que se cuentan: “ La Gran Ciudad” (Conjuntamente con Carlos Alberto Bermúdez, es un programa radial que pretende construir ciudad con un periodismo serio y reflexivo)“ Goles, sólo goles” ( Un espacio que pretende ser pionero de radio deportiva en la Internet en Colombia), “El pitazo final” ( un proyecto fílmico que quiere mostrar el submundo del fútbol en Medellín), “Fútbol Aficionado”(Una publicación deportiva, especializada en balompié aficionado), “El sueño de los pibes” ( Propuesta radial que busca rescatar las ilusiones de muchos niños y adolescentes para convertirse en futbolistas profesionales.), “Qué viva el fútbol” (Conjuntamente con Carlos Alberto Bermúdez, es un espacio radial y televisivo que pretende mirar el fenómeno del fútbol desde la interdisciplina haciendo un periodismo más humano con crónicas, perfiles y humor).
Fue co- fundador de la única propuesta radial que fusionó humor y deporte en Medellín llamada El Despelote Deportivo y donde encarnaba un personaje muy ético llamado Agapito Silva. Su lema: “sacarle tarjeta roja a la violencia y darle la norma de la ventaja al amor “. También integró, hace siete años, la Unidad Investigativa de Wbeimar lo Dice.
Además, “La fuerza deportiva”( Proyecto radial que sirve como generador de información deportiva desde el lugar de los hechos. Además, se le anexa el “toque humano” a través de los perfiles de los deportistas)“El Fortín Rojo” (Propuesta radial que quiere difundir y mostrar la parte humana de los gestores del campeonato del llamado “Equipo del pueblo”: el Deportivo Independiente Medellín) “Tarjeta Roja a la violencia”y ” El Preliminar” (Proyectos de campaña publicitaria y radial tendientes sensibilizar a los amantes del fútbol para bajar los niveles de agresividad y violencia en el Atanasio Girardot y en las canchas de balompié aficionado antioqueño).
Sus últimas “locuras” las ha realizado por Cable Unión de Occidente y sus canales 2 (CNC) y 8 (Expresiones de Antioquia). La primera se llamó “La pelotera Deportiva”: una combinación de humor y deporte. “Historias a la redonda” es la segunda propuesta en donde se conjugan varios géneros periodísticos poco trabajados como la crónica, el reportaje, el perfil y los documentales.
Con corresponsales ficticios en toda el área metropolitana, en Colombia y el mundo los integrantes de esta “Pelotera” televisiva intentaban, y de hecho lo hicieron, sacarle una sonrisa a la vida. Nerdstor Retonto (Eh,... perdón, Redondo), Galletita de té, Casimiro Vergara, Las Neas, Gaguileo Lenguas, Cindy Varicela, Alam Brito, Tina Silva, Farmanuel , “El che Modesto” , Lastenia Rojas, Luis Limón, Linda Porras, el padre Mebolas o Agapito Silva fueron algunos de los personajes que realizaban las diferentes corresponsalías dominicales, para esta “pelotera deportiva”. Así mismo, las imitaciones de los diferentes personajes del deporte como Faus-tiro Asprilla, Cargamanto Pelea, entre otros fueron realizados por Fredy Cuartas y, de igual manera, a nuestro Juan Gabriel o nuestro Rafael Marthos fueron imitados por Daniel Botero, todos los domingos a las 7 y media de la Noche.
Roosevelt Castro fue el director, productor y presentador, conjuntamente con Nayive Henao Zuleta, de esta propuesta humorística y periodística “ y hasta vendedor de papitas, chitos o chicles “, como socarronamente lo dice. Allí hacia un personaje muy ético que se llamaba Agapito Silva, el árbitro de fútbol que le importaba un pito criticar, y quien realizaba una entrevista insolente e irreverente con los personajes del deporte y al final los invitaba a “Sacarle la tarjeta roja a la violencia y darle la norma de la ventaja al amor”, como era su frase de batalla, la que había rescatado del mismo personaje que hacía en “El despelote Deportivo”.
"Historias a la redonda”, su segunda propuesta televisiva a través del cable, es un anhelo que tenía desde hace muchos años: realizar un proyecto periodístico que trabajara géneros poco realizados, por la misma inmediatez de los hechos, apostándole más a un periodismo investigativo y de fondo. La crónica, el reportaje, el perfil y los documentales son los géneros periodísticos que disfrutan los televidentes de Cable Unión de Occidente, por el canal 8 (Expresiones de Antioquia), para mostrar esas pequeñas y grandes historias que giran en torno a un balón de fútbol.
Simultáneamente a sus labores periodísticas se capacitaba. Hay colgados en su cuarto de habitación una gran de certificados de asistencia como participante a seminarios, cursos, diplomados y charlas acerca de la actividad deportiva.
Históricos reconocimientos
Y los reconocimientos no se hicieron esperar. No es gratuito para Roosevelt Castro Bohórquez, la nominación a los premios "EMISIÓN 2006" de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia y el "Premio Excelencia Periodística CIPA-2006", en la categoria "Mejor Trabajo en Televisión", para ambos premios.
Tampoco es gratuito, la mención de honor y el segundo lugar del “Premio Shofar, Es Tiempo de Paz” para el “Comunicador de la Paz”. Otorgada por la Corporación Para la Formación Integral y el Liderazgo (CORFOLIDER), una fundación cristiana que pretende ir al rescate de los valores humanos y que cada año estimula a las personas que permiten la construcción de un país mejor. CORFOLIDER premió a Castro Bohórquez por su invaluable labor en la pacificación del departamento Antioquia, en este caso en la actividad deportiva, en especial la del fútbol, por si incesante preocupación de la violencia en el Atanasio Girardot y la aparición de ese fenómeno de las “Barras Bravas” en nuestra ciudad.
La ceremonia de premiación realizada en el Teatro Metropolitano de Medellín a fines del mes de octubre de 2004 y ante la presencia de más de 300 espectadores, permitió al jurado calificador reconocer a Sonia Vásquez con el primer puesto y a Roosevelt en la segunda posición, por encima de gente muy avezada en todo lo inherente a los procesos comunicativos como el periodista de TeleMedellín Luís Alirio Calle; el ex decano de la facultad de Comunicaciones de la Universidad Pontificia Bolivariana y ex secretario de Cultura Ciudadana, Jorge Alberto Velásquez; al también decano de ese mismo centro universitario y columnista Luís Guillermo “memo” Ángel, entre otros.
Además, no le es gratuito, y muy a su pesar; el reconocimiento y nominación al premio “Excelencia Periodística CIPA-2004” en la categoría “A una Vida”, pues son muchos los años dedicados al periodismo, en especial al deportivo. Y cuando decimos que muy a su pesar nos referimos a que cuando recibió la nominación lo primero que dijo entre risas y bromas: “Parece que ya me empezaron a jubilar, sin ni siquiera empezar a ejercer mis locuras”.
Sí que menos lo es “La Orden Cívica COLIMA”, otorgada por la Corporación de Lideres de Medellín y Antioquia (COLIMA), una entidad deportiva, Cultural y ecológica, sin animo de lucro, fundada hace más de 25 años con el fin de ir al rescate de los valores humanos, el plan del “Buen Vecino” y, además, de la sana recreación a través del torneo de fútbol sub-15 de más tradición en Antioquia, por más de 20 años. COLIMA ha reconocido a Castro Bohórquez y su grupo de colaboradores con la mencionada “Orden Cívica”, en las “Categorías Socio Honorario Iniciado, Caballero y Gladiador”,en los años 2003, 2004, y 2006 respectivamente, por su tarea en la promoción y sensibilización de los aficionados al fútbol a través de proyectos radiales como “El Preliminar..por humor al deporte ” o de televisión por cable llamados “La Pelotera Deportiva” e “ Historias a la Redonda”. Además, “porque con su creativo y audaz periodismo se ha comprometido con los valores de la civilidad y el colombianismo”, como lo han expresado a la resolución número 24, emanada por la entidad en mención.
Igualmente, no sigue siendo gratuito “El pito de oro” otorgado a Roosevelt, por el ex árbitro veterano Rubén Darío Gómez y su microempresa “La Bolsa del Reloj”, por su arbitraje didáctico y de fortalecimiento en valores a los niños futbolistas antioqueños, que realizó por más de 5 años en la Liga Antioqueña de Balompié .
Así mismo, lo es la “Moción de Reconocimiento y felicitación“otorgada, en el año 2002, por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia por su labor cívica en el campo del periodismo deportivo en la promoción del “juego limpio” en el fútbol profesional y aficionado de nuestro departamento, a través de diferentes espacios en el dial “paisa”. En el 2001 se llevó el “Estimulo Talento Estudiantil” entregado por la misma Facultad del Alma Mater.
Piensa crear una Fundación para ayudar económica y psicológicamente a muchos “Olvidados del deporte” como directores técnicos, jugadores, periodistas y muchos más de los que ha llamado, con cierto tino, como “Héroes anónimos” , esos que se desgastan psíquica, anímica y económicamente por el deporte aficionado y no tienen un reconocimiento a su importante labor, después de darlo todo con mucho amor y de una manera desinteresada. "Sería un aporte económico a mucha población vulnerable, que no tiene para un mínimo vital y se sustentaría o mejor dicho se mantendría en funcionamiento con la donación del 1% de los salarios o premios de los jugadores del fútbol en el mundo", argumenta Castro Bohórquez.
“El periodismo no es un circo para exhibirse, si no un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida más digna y menos injusta”. Esta frase extractada del escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, para sus tarjetas de grados como comunicador social y periodista que le otorgó, en el 2003, la Universidad de Antioquia, lo retratan como un hombre sensible y comprometido con su profesión.
“El periodismo no es un circo para exhibirse, si no un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida más digna y menos injusta”. Esta frase extractada del escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, para sus tarjetas de grados como comunicador social y periodista que le otorgó, en el 2003, la Universidad de Antioquia, lo retratan como un hombre sensible y comprometido con su profesión.
Es por todo eso y por último que cree firmemente en que la razón de ser de su profesión estriba en el beneficio a los demás. “Yo pienso que lo más importante del periodismo es ayudar a que la gente sea mejor. Cambiar los lenguajes de agresividad, violencia y estrés que se mueven en la actividad deportiva por otros como el amor, la convivencia, la tolerancia y el respeto. Además, el deporte libera el espíritu y así hay que disfrutarlo, por ello no es necesaria la violencia”, concluyó Castro.
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