miércoles, 11 de mayo de 2011

Cuando la fuerza del deporte arrasa con el miedo de la violencia

Rodrigo es una de las tantas personas que ha dedicado un buen tiempo de su vida a la promoción del deporte en la zona páramo del Oriente antioqueño, sin embargo, su trabajo no ha sido nada fácil, en el camino se han presentado obstáculos que, sin embargo, ha superado y hoy ocupa el banquillo como estratega de uno de los equipos de esta zona que participa en la Copa Gobernación de Antioquia – Prodepaz.

Con la humildad que refleja su mirada, cuenta como hacia el año 2002 era uno de los promotores de los torneos veredales en el municipio, antes tenían que pedir permiso al comandante guerrillero de la zona para que les permitiera al comité organizador realizar el evento. Cuando llegaban,( en compañía de algún líder de la vereda sede del evento, porque no podían llegar solos) la guerrilla los reunía en los corredores de la escuela tanto a organizadores como participantes para dar su discurso subversivo en contra de la alcaldía y el Estado.

Ellos sólo se limitaban a escuchar y a acceder a las peticiones de los milicianos porque “llevarles la contraria era delicado”, dice Rodrigo a quién en un momento le llegaron a dar cartillas con publicidad subversiva para que junto a su compañero, repartieran en el pueblo, sin embargo, por miedo a que alguien los viera con ese material, entonces mejor las tiraban al rio en su camino de vuelta a casa.

En otras ocasiones la guerrilla les pedían uniformes deportivos, uno de arquero y nueve para jugadores, nunca supieron por qué o para qué, pues nunca llegaron a participar en los torneos, ellos sólo se los llevaban y nada más. Ya en los eventos deportivos de un momento a otro llegaban los subversivos, veían los partidos y cuando caía la tarde desaparecían repentinamente así como llegaban.

Estos hechos y los comentarios de las acciones guerrilleras en otras parte del país, lo llenaban de pánico a él y a su mamá, sin embargo era la única posibilidad de empleo con el que contaba en el municipio, y por eso lo hacía tomando las respectivas precauciones para que no le pasara nada, precauciones que aún toma, hoy que recuerda los hechos, y por eso no quiso que mencionara su nombre ni su municipio dado al reconocimiento que allí tiene.

No obstante y afortunadamente para él nunca le llegó a suceder nada que tuviera que lamentar, sólo en una ocasión y ya cuando el Ejercito llegó a controlar la zona, quedaron en medio del juego cruzado en una de las escuelas, entonces tuvieron que tirarse debajo de las mesas y sacar una bandera blanca para que los actores armados conocieran la presencia de civiles en el sector.

Cuando el Ejército retomó por completo el control del pueblo, no terminaron sus percances, entonces fue acusado por un soldado de ser uno de los subversivos, “me decía: milicianito, donde están la miliciana mayor y el otro miliciano” haciendo referencia a su esposa y a un primo de ella a quienes siempre el soldado insultaba y cuando se le presentaba la oportunidad, sin embargo la situación no pasó a mayores acudió con el “duro” del grupo del Ejército que estaba en el municipio para que corrigiera la conducta injustificada de su subalterno

Afortunadamente todas estas situaciones mejoraron, ahora que las fuerzas del Estado tienen por completo el control del municipio y sus veredas, ha podido continuar promocionando con tranquilidad su gran pasión: el futbol.

Actualmente organiza cuatro zonales en el campo y uno en el pueblo para equipos tanto urbanos como rurales, y así con su trabajo por el fomento del deporte aporta al desarrollo del Oriente antioqueño, slogan que caracterizó a la Copa Gobernación de Antioquia – Prodepaz que le brindó la oportunidad al profe Rodrigo y a sus muchachos para integrarse con personas de otros municipios y demostrar el sacrificado y el buen trabajo que viene haciendo por el deporte en la zona páramo de la subregión Oriente.

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