martes, 10 de mayo de 2011

EL FÚTBOL COMO UNA OPCIÓN DE VIDA

“Pertenecer a una Escuela de fútbol del Oriente ha sido una experiencia muy agradable. He conocido lugares nuevos y tengo excelentes profesores, el compañerismo en el equipo es fundamental. Somos como una familia”

EL FÚTBOL COMO UNA OPCIÓN DE VIDA

Por Jennifer Restrepo De La Pava
Para Sebastián Berrío Restrepo el día empieza a las 5 a.m. Un baño, el desayuno y a estudiar. Esta en 11, en el colegio San Vicente de Paul de Medellín. Pero no solo va al San Vicente a estudiar, allí también trabaja.
Su vida y su casa están en el barrio Robledo El Diamante de Medellín, pero su pasión, el fútbol, la vive en el oriente el Oriente Antioqueño. Después de jugar en algunos clubes de Medellín y participar en la Pony Fútbol, tuvo la oportunidad de pertenecer a la Escuela de Fútbol RISAS, en Rionegro y ahora de participar en la Copa Gobernación de Antioquia – Prodepaz Sub – 21, realizada en el municipio de Rionegro.
Sebastián, vende dulces a sus compañeros de clase para viajar a los entrenamientos en Rionegro. “Como vivo en Medellín, para mí es muy difícil conseguir pasajes para cada ocho días. Mi mamá es madre soltera, y me ayuda mucho, pero vendo confites en el colegio para ir a entrenar. Mis compañeros de clase me colaboran así no tenga confites, ellos saben que es para el fútbol y me apoyan.”
En el fútbol, el trabajo en equipo es indispensable para alcanzar la victoria; en la Copa Gobernación de Antioquia – Prodepaz Sub -21, encontramos un equipo que trabaja unido dentro y fuera del campo de juego.
Daniel pertenece al equipo Alcaldía de Rionegro, que se coronó como Sub Campeón de la Copa. Su equipo, siempre dispuesto a ayudarlo. “Cuando no tengo plata para ir a entrenar, llamo a los profes y ellos me entienden, a veces, ellos me dan la plata de los pasajes y los muchachos también me han ayudado mucho. Todos somos como una familia”.
Y aunque vende dulces, Sebastián dice que vive del fútbol. “El deporte ha sido fundamental para crecer como persona, lo mantiene a uno alejado de las drogas y de las armas, el fútbol al ser un deporte de contacto me ha enseñado muchos valores, como el de respeto por mis rivales y compañeros”.
Sebastián tiene un estilo de vida sencillo. Dulces, un uniforme, unos guayos y un balón son las cosas que siempre lo acompañan. Quiere seguir con su carrera universitaria sin dejar de lado el fútbol. Espera convertirse en un Abogado y espera que todos los niños y jóvenes que están en malos pasos; se den cuenta de que “no van por buen camino, que deben intentar otras cosas como el estudio o el deporte. Algo que les traiga beneficios y no perjuicios”

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